La idea es poner en valor los materiales del antiguo museo Sara Trueba de Álvarez, que se halla en la entidad y que fue cerrada al público hace años por falta de recursos.

Una numerosa concurrencia se dio cita a pesar del frío y la lluvia. Abrigados y mate en mano, fueron llegando algunos de los vecinos más representativos que dieron su testimonio; entre muchos otros, Mirta Goñi, con sus deliciosas anécdotas, Derlis Gattero, Angélica Trillo (que fue bibliotecaria de la Castro Cambón durante 25 años), Raquel Paniagua, Graciela Guerrero, Juan Ríos, uno de los primeros socios de la Biblioteca, hoy todos adultos mayores, lúcidos y alegres para comenzar a reconocer a quienes hicieron el Francisco Álvarez de hoy.

Con la coordinación general del antropólogo Nahuel Pérez Bugallo, profesional de la Secretaría de Cultura del Municipio y especialista en Antropología de la Memoria y de Historia oral, los presentes pudieron escuchar una explicación inicial que compartió con Daniel Braham, el presidente de la Biblioteca.

La idea es poner en valor los materiales del antiguo museo Sara Trueba de Álvarez, que se halla en la entidad y que fue cerrada al público hace años por falta de recursos. En la actualidad los acompaña el Municipio para armar una muestra permanente que pueda ser apreciada por la comunidad y además ser incorporado al recorrido del Colectivo Cultural del Municipio.

Las fotos

Luego, con la proyección de una serie de antiguas fotografías como disparador, comenzaron las narraciones de los vecinos. “Me gustó cómo empezaron a conectar los recuerdos, porque surge aquello que compartieron y que va más allá de una entrevista personalizada” destacó Pérez Bugallo.

La idea es recuperar los antiguos personajes de la vida social de aquel tiempo. Hay muchísimas fotos y falta identificar a las personas que están en las imágenes. Varios aportaron nombre y anécdotas. “Queremos que la Biblioteca conserve estos materiales -señaló Pérez Bugallo- Los vecinos también pueden traer sus fotos que las vamos a escanear, digitalizar y devolvérselas. Además los vamos a asesorar para que hagan sus propias entrevistas, archiven y conserven correctamente para las próximas generaciones”.

En el video aparecieron personajes y edificios que los más antiguos reconocían en medio de simpáticas discrepancias. “Por cierto, a las personas les gusta revisar el pasado”, dijo el antropólogo.

Tal el caso de la Escuela Nº 26 que fue registrada cuando se fundó, una pequeñísima prefabricada. También se vieron fotos que iban siendo presentadas con agilidad por Daniel Braham: la primera comunión de las niñas de la Providencia; el desfile para la elección de la reina de Álvarez, el primer cartero del pueblo y mucho más. “Hay lugares de Moreno que tienen una historia importante que no está en los libros. Esa historia la conoce la gente”. La Biblioteca Vicenta Castro Cambón queda ahora abocada a completar el proyecto del archivo histórico.

Se hizo un relevamiento de lo escrito sobre la localidad, verdaderos tesoros, como la Revista “Mi Lugar”. “Pero el material está muy disperso, entonces armamos un corpus bibliográfico que va a estar a disposición de la gente con los libros de autores locales” remarcó Bugallo.